2/22/2009

Chalets atrevidos

    Las casas de Ñuñoa originalmente fueron un emblema de la innovación y cambio. La clase media emergente de los años 40, compuesta por inmigrantes árabes y profesionales, tenía apetito de destacarse socialmente y una forma de hacerlo fue ostentar con chalets atrevidos y novedosos en sus formas.

    Los mandantes pedían a los arquitectos diseños vanguardistas y modernos inspirados en las últimas tendencias de la arquitectura de esa época. Deseaban mostrar una casa distinta, con estilos como el Art-Decó, Bauhaus y Moderno, solo una minoría copió a la aristocracia emulando castillos.

    La inspiración la tomaban de revistas como “Zig-Zag”, “Arquitectura y Urbanismo” y de edificios locales. Esto explica por qué los mandantes piden a los arquitectos casas con una torre vidriada (como la de la Clínica Santa María) o un chalet como la de tal o cual "paisano".

    La principal característica es la de una arquitectura que usa como modelo cajones con volúmenes desprovistos de decoración o casas que asemejan un barco, son viviendas aisladas, transitables por todos los costados. Un elemento muy importante es que sus fachadas están abiertas al paisaje y la naturaleza, lo que potencia la creación de una "ciudad jardín".

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